MUCHA GENTE LO HABÍA LOGRADO

MUCHA GENTE LO HABÍA LOGRADO

MUCHA GENTE LO HABÍA LOGRADO

 

Ya sé que la vida funciona a base de saber qué se debe hacer para marchar e ir construyendo… Pero mucha gente lo había logrado en cualquier parte del mundo, lo había logrado… Y, entonces, vienen los poderosos, los encargados, los responsables del bienestar de la gente de sus naciones y… organizan guerras que destruyen… y matan las conciencias y la vida…

Sí, ¿qué es lo que sucede?; ¿esto cómo se come…?

Por supuesto, lo de siempre, el terrible concepto de ‘en nombre de los dioses…; en nombre de los dioses… pero por los intereses de todo tipo que hay detrás, que engañan, que desorientan, que frenan, que… matan.

Hay gentes mejores que yo, que no tienen oportunidades de ninguna clase, que no sea para ni siquiera sobrevivir entre este mundo del poder… Y esa gente aún cree en sus dirigentes…

Sinceramente, ¿qué vamos a hacer…? Y, todavía peor, ¿qué puedo hacer yo para ayudar a que esto cambie?

No sé si compadecerme de los hombres que son capaces de matar de la forma más cruel que se puede concebir; no sé si merecen disculpa por ser unos mandados o compasión por que sean capaces de obedecer.

Pero, en todo caso, no soy capaz de tragar el que lo hagan invocando la negación de la bondad divina, cuando una de las leyes más naturales entre los hombres es convivir con el sentido natural de la bondad entre todos nosotros, por encima de razas, clases y credos.

 

Yo tengo ganas de vivir y dormir en paz sabiendo que hay mucha gente mejor que yo, que hay gente de buena voluntad que piensa, se ilusiona, tiene hijos en la esperanza del futuro. Tengo necesidad de descansar sin zambullirme en la desolación del fracaso de la humanidad…

Y, encima, sé que la desolación no representa un freno automático, sino un auténtico freno de mano, que solo uno puede controlar… para no frenar su vida y caer en el absurdo… ¿Pero qué hacer…? ¿Lo sabes tú? Pues dínoslo porque, sin duda, nos ayudarás a todos…

 

EN BUSCA DEL AHORRO ENERGÉTICO-3

En busca del ahorro energético-3

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EL ENSAYO Y LA CONCLUSIÓN

 

Vuelvo a estar con vosotros para continuar narrando los acontecimientos que se darían en otros tiempos

 

…Las actividades en el poblado habían recuperado la normalidad envueltas en una cierta tristeza. La comunicación, el compartir y el amor en el que todos se vieron rodeados durante tantos días, fueron extremos.

Algunas mujeres y algunos hombres marcharon a otros lugares con sus nuevas parejas, con el corazón un poco encogido… Otros, quedaron, con sus nuevas parejas, con el corazón triste por los familiares que marcharon. Intentaron lograr compensar esa pérdida, aunque sabían de sobras que no sería nada fácil…

Por su parte, los dos amigos se reunieron en lo que había sido el campo de juegos. En realidad, pretendían estudiar juntos lo que le ocurrió a Krould aquel desafortunado día. Pensaron que lo mejor sería reproducir paso a paso el accidente. Buscaron los materiales necesarios, estaca incluida.

-Estaban a punto de dar el aviso para el arrastre de piedras y yo corrí como un loco para no llegar tarde. Noté que me descontrolaba –meditó el propio Kroul-. Pensé en Shieja y me volví a mirarla –se quedó un momento absorto-. Hice mal, no era el momento…
-Sí, esto es cierto, no fue buena idea –le reprocha su amigo.
-Los avisos de la gente me alertaron de que algo iba mal, miré hacia el frente con rapidez… Creo recordar cómo estaban colocadas las piezas…

Sin dudarlo, aunque con gran esfuerzo, situaron las piedras y la estaca en el lugar que Krould indicó. Se alejaron de los objetos y el joven protagonista del suceso se decidió a repetirlo.
Kroudl simuló las acciones con prudencia, pues no estaba en condiciones de remachar su herida. Parodia el traspiés, la lucha por no caer y la propia caída.
Como es lógico, el joven procura ser lo más fiel posible a los gestos y las posturas. Ensaya la trayectoria de caída para que coincida con la zona de su herida.
Una vez rememorado el recorrido, ambos se percatan de cómo se ejerció la presión que quebró la estaca. Krould se apoya con las manos en la estaca y, con prudencia, presiona…

LA GRAN SORPRESA

-Kroul, ¡¿tanta fuerza tienes, amigo?! Mueves la piedra más pesada…
-¡Es cierto, encontré lo que buscaba! No, Daarko, no hago tanta fuerza como crees. Ya verás, prueba tú mismo…
Daarko ocupa el lugar de su amigo e imita sus gestos al presionar la estaca. Pero influido por la impresión de que Kroul tenía que haber hecho bastante fuerza, él presiona con energía…
-¡¡¡Daarko!!! ¡Impresionante! Esto es lo que sucedió…
-¡¡¿Es posible?!!
La pesada piedra salió proyectada y recorrió más de un paso de distancia…

Un rebaño ovino, que era empujado con habilidad hacia las afueras del poblado, rodeó a los amigos. Sus corderos se erigiéndose en mudos espectadores del hallazgo. Mostraron en ello más interés que el pastor, que se limitó a comentar:
-Continuad haciendo el burro… ¡¡hasta que os rompáis la crisma!!

ES INDUDABLE QUE LA TECNOLOGÍA INICIABA SUS PASOS 

Pasaron bastantes días hasta que ambos jóvenes ajustaron la medida de las estacas para varios tamaños de piedras. Así, comprobaban las ventajas del aparato que sería ‘la palanca’…

La satisfacción que demostró el poblado, llenó de orgullo a Krould. Al final, resultó que el despiste que originó el accidente del joven no fue tan nefasto. Es bien cierto que el amor, si no mueve montañas, como mínimo, ¡mueve ‘rocas’!

Tal vez lo narrado pueda parecer paródico, pero, lo cierto, es que podría responder con bastante fidelidad a la realidad.
No cabe duda de que muchos de los hallazgos fundamentales de la Humanidad los han obtenido personas por pura casualidad. Pero con la coincidencia de estar ahí y saber ver aquello que nadie más supo ver…

El colofón intelectual de toda esta historia, no resulta tan espectacular como los juegos de las reuniones. Tampoco pudo someterse a la prisa. Simplemente transcurrió con el ritmo imparable de los asuntos de la Naturaleza.

Y la historia casi concluye

 

UNA REFLEXIÓN SOBRE LAS PERSONAS MAYORES

UNA REFLEXIÓN SOBRE LAS PERSONAS MAYORES

UNA REFLEXIÓN SOBRE LAS PERSONAS MAYORES

 

Cuando se plantean cuestiones sobre la gente mayor, no sé exactamente el porqué, aparece un cohete mental que estalla en una sola palabra: jubilación. Y esto me incita a una reflexión sobre las personas mayores…

Sí, es como una fijación acumulada durante arduos años de trabajo. Es como el efecto final que causa el esperanzado esfuerzo del trabajo: dejar de trabajar.

No para todos ni en todos los lugares esto es así… Hay que tenerlo en cuenta.

En todo caso, la fijación de la que hablo tal vez se deba a no estar gozando demasiado de la dilatada etapa de la labor remunerada: para uno que disfrute de su trabajo, cientos simplemente lo soportan, soportan su trabajo y sus aledaños los jefes y la falta de rendimiento económico…

Pero no todo gira alrededor de este peculiar efecto de la labor del humano. No nos despistemos:

los asuntos de la edad, siempre son relativos

Cuando digo esto, pienso en ‘las madres de familia’ –como se las ha dado en llamar– .Y recuerdo la situación que se les plantea cuando los hijos van cobrando una independencia –asunto largo por excelencia–. Cuando esto ocurre, también ocurre que muchas madres se suman en el desconcierto de lo que no se esperaban. Se trata de una especie de jubilación, jubilación de ‘madre de familia’

El asunto no es una broma: les llega la jubilación a una edad que no se corresponde con el clásico retiro. Y sienten más que nadie que se trata de… una exclusión.

Ellas –las madres jubiladas por ‘sorpresa’– podrían hablar ya de los sentimientos que embargan a la gente mayor –.‘gente mayor’, con sumo respeto–. No es del todo lógico, pero ocurre…

Y estas situaciones se dan porque la constante lucha diaria no les permite ir construyendo un futuro que llega irremisiblemente. Y cuando esos hijos campan por sus respetos, cuando se les echa encima todo el tiempo que antes no tenían, ni se lo creen

Sigamos el ejemplo

A pesar de ello, todo hay que decirlo, hay madres jubiladas de hijos que saben reestructurar sus vidas sin grandes problemas –dentro del problema–. Y abordan, o retoman, aquellos asuntos que hasta entonces no pudieron. Y, como cigüeñas decididas, se lanzan a los nidos de academias informáticas, cursos de fotografía, o de costura, de escritura, de trabajos manuales de alto nivel. Incluso, se dirigen a los abrigos de las aulas universitarias, que también las hay entre esas madres…

Quería mencionar este inmenso colectivo de ‘madres de familia’ porque existe de manera ineludible, imprescindible y deseable.

Por ello decía que los asuntos de la edad son relativos… Puesto  que otra cuestión es lo de la jubilación laboral, a edad de jubilación… normal. Que si de una jubilación anticipada se trata, el asunto habría que remitirlo al caso anterior–.

Hablemos de la jubilación… normal: la de la gente mayor, diríamos…

Esta situación es similar a la otra  –la jubilación de madre de familia–, pero con la aplastante diferencia de ‘verla venir’…

A pesar de todo, se origina el desconcierto porque hay personas –no me refiero a toda la gente, faltaba más– que no han leído un libro en su vida. O tampoco una revista y, por supuesto, ni la letra pequeña de los contratos de lo que han ido contratando… No han tenido aficiones, no les gusta especialmente la música ni el cine ni casi nada…

Cada circunstancia es cada circunstancia, pero el tiempo pasa, la jubilación llega y aquello que no se ha hecho se nos lanza al cuerpo –a veces maltrecho– con ansias de tocarnos las narices psicológicas…, prescindiendo de las circunstancias que hayamos tenido…

 

Personalmente, tuve la suerte de la posibilidad de una formación universitaria, me gustó leer, escuchar música, el cine, el teatro. También tuve hijos –cuyo cuidado compartí activamente– y un largo etcétera. Tuve y tengo una envidiable salud –habiendo capeado alguna dolencia de manera algo espartana–.

Muy bien, me diréis, ¿y a mí qué?

Y tendréis razón… Pero todo esto os lo cuento porque, deseada o no, siempre llega la impertinente jubilación. A veces, más desplazada de lo normal, pero siempre llega. Y lo hace como el día o la noche: sin estridencias, pero sin escapatoria posible…

¡Este es el momento!, este es el momento de hacer cuanto no se pudo realizar antes .

Si es necesario, hay que hacer memoria para reavivar la pasión que todos hemos tenido en la vida. Hablo de aficiones, tendencias, ilusiones incluso…

Todos hemos creído, jugado, ideado, soñado… Este debe ser el foco. Y hay que rechazar enérgicamente el sentimiento de no ser útil… O la impresión de que ya no se puede, la falacia de que no nos importa lo de los demás o la aprensión de que no le importamos a nadie…

Si se aferra, no con ambas manos, sino con todo el cuerpo, la mente y el espíritu ilusionado, aquello que más queremos realizar  –muchas veces lo que no hemos podido realizar–, no cabe duda de que la vida nos permitirá un camino diferente, porque, sobre todo, será el camino que ahora elijamos