TODOS NECESITAMOS ALGÚN DIOS-3

TODOS NECESITAMOS ALGÚN DIOS-La reencarnación

<<~ TODOS NECESITAMOS ALGÚN DIOS – 3

           La reencarnación

 

¿Por qué apareció este universo? Esta pregunta sí tiene sentido. La respuesta es clara y sencilla: ¡¡ni idea!! Pero esto me aparta de mi objetivo…

Por supuesto, nunca podré negar la existencia de un todo que da coherencia a las partes, como es el universo completo. Su fondo es la energía inextinguible que se inició un día y no tiene la menor intención de cesar: transformarse sí, pero cesar no

La energía acumulada de las almas de los que murieron, la energía de todas y cada una de esas almas. Esto es lo que nos proporciona la esperanza de que este mundo tenga un sentido. La esperanza  de que en algún momento comprenderemos –o ya no nos hará falta comprender–, porque seremos parte de la incógnita, del misterio…

Es el momento de retomar la afirmación del inicio de este artículo: 

No creer en la reencarnación, no significa creer que aquí se acaba todo…’

Savia nueva’, dice la sentencia, y creo que en ella se encierra un concepto que me aparta de la idea de la reencarnación. Somos humanos dotados de gusanillo, dotados de libre albedrío, dotados del poder de crear humanos con gusanillo… Eso somos.

Retornar, no. ‘Savia nueva’, sí…

Es cierto, ¿y los humanos perversos? Aquellos que aplastaron a cuantos pudieron y enseñaron a otros a aplastar a tantos como pudiesen.

El clamor de todos es el que cuentas, puros gusanillos vivos y energías puras de los muertos. Sin duda, todos piden que sean restablecidas las energías truncadas de los que no supieron engrandecer sus propias almas durante sus vidas… Todos a una para lograr restablecer la comunidad de almas puras. Para cerrar el círculo de la energía que no se destruye, restableciendo la energía pura que dio lugar a la existencia del Universo… Creo que esta es la explicación: participar todos, vivos y muertos, en el restablecimiento de aquella energía pura. O sea, aquella energía… espiritual, ¡por qué no decirlo así!

EL INFINITO CÍRCULO DE ENERGÍA

Sin duda,  media ese clamor, esa unión y esa plegaria, dirigidos a un Creador primigenio que daría sentido a todo este tinglado. Porque si no fuese así, todo este tinglado no tendría ningún sentido, ni el de su existencia ni el de su destino…

Solo resta creer en esa unión de almas y laborar y colaborar para ser lo más felices posible

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TODOS NECESITAMOS ALGÚN DIOS-2

Todos necesitamos algún dios-El círculo de la energía

TODOS NECESITAMOS ALGÚN DIOS – 2 

El círculo de la energía

 

Os decía que el gusanillo que nos acompaña se nos hace molesto a causa de las sociedades en que vivimos…

Y aquí asoma el asunto. ¿Qué es y para qué sirve el amoroso y, a veces, molesto compañero de viaje mientras vamos trazando nuestro camino?

Hasta lo más nimio es materia enlazada por energía; energía indiferente a lo que enlaza e indiferente al camino. Todo es energía…

Y en el ser humano, creo que ese gusanillo es la energía que guía nuestros pasos hacia una eternidad. Los guía hacia una existencia por encima de la materia. Una existencia de energía total y primigenia que cierra el círculo de la existencia del universo…

 

Cada objeto que desaparece, por descomunal que sea, deja su residuo energético. Esta energía va quedando reservada para ir recomponiendo la que se obtuvo al inicio de los tiempos cósmicos. Si ese objeto es un humano, una parte de la energía es el gusanillo de la conciencia. Esta es la parte indestructible de nuestro ser, que nos acompaña, íntegra, en nuestro periplo de humanos…

Esta energía indestructible es nuestra esencia, es nuestra alma que regresa a engrosar las filas de la humanidad que se va extinguiendo. Pero la energía no se destruye… También es cierto que esa energía tampoco se ve ni se comprende totalmente si no fuese por sus efectos…

Lo global es lo que importa.

Esta multitud de energías forman una auténtica comunidad energética de almas –las cuales tenían una misión superior, ininteligible y dramática–. Una misión que continúan teniendo en su nueva dimensión energética: constituir la familia más pura del residuo de la comunidad humana

Siempre se justifica los males del universo –esto es, los males de los humanos– cuando nos quejamos de que un Dios nos da la espalda porque estos males ocurren. Y los justificamos y nos los tragamos por lo que entendemos como ‘el libre albedrío’: si los dioses interviniesen enmendando nuestras acciones, el humano no sería ni libre ni nada parecido y, por ello, las ‘culpas’ siempre recaerían en los dioses. ¡Mira qué fácil! Pero lo que ocurre -a mi entender- es que ese Creador nos otorgó el regalo de la auténtica libertad, pero añadió ese gusanillo que nos asiste en el camino que tenemos que construir, nos guste o no nos guste…

 

En el próximo escrito termino esta parrafada.

Gracias por vuestra paciencia…