EL FILÓN DE LAS MENTIRAS FURTIVAS
EL FILÓN DE LAS MENTIRAS FURTIVAS
Sobre el filón de las mentiras hay dos campos donde indagar.
Por supuesto, el primero, la RAE.
Centrados en dos ideas −primordiales y antagónicas−, verdad y mentira, veamos sinónimos de ambas.
Verdad, realidad, exactitud, autenticidad, veracidad, sinceridad, conformidad, propiedad, existencia, legitimidad, efectividad,
No olvidemos: axioma, evidencia, prueba, verosimilitud, ortodoxia, verdad de Perogrullo
Mentira, falsedad, hipocresía, embuste, fraude, disimulo, invención, disfraz, bola, embuchado, exageración, embaucamiento
Y, sin duda: sofisma, engaño, trampa, artificio, chasco, burla, estafa, timo, embeleco, argucia, inexactitud, irrealidad, heterodoxia…
Mantengamos las más conocidas para no enredar.
¿Qué nos va quedando?
Verdad, realidad, sinceridad, existencia, legitimidad, axioma, evidencia, prueba…
Mentira, irrealidad, embuste, invención, enredo, sofisma, artificio, burla,
Continuemos la criba, para redondear.
Verdad, evidencia, legitimidad
Mentira-falacia, invención, artificio.
Aquí, guardemos en la mente las ideas de artimaña, enredo o treta.
Lamentablemente, el segundo de los campos donde indagar el filón de las mentiras, sería el de los medios en las que se emplean. Como podrían ser algunos periódicos, las redes sociales, las bocas de ciertos políticos…
Por supuesto que en todas partes hay gente honrada que realiza una función digna en la vida, ya se trate de científicos como de basureros, pongamos por caso.
No cabe duda de que todas esas gentes con seguridad tienen conciencia del significado de las palabras a las que hemos llegado al final de la primera criba. Es necesario que todos conozcan la importancia de las verdades que se manifiesten y el mal de las mentiras lanzadas a voleo…
¿Quién no ha dicho alguna vez una mentira? ¿Quién no ha engañado en alguna ocasión?
¿Quién?
En verdad, no digo que sea lícito, pero hay situaciones en las que se convierte en algo puramente humano… Antes −no sé de cuándo hablo− al menos, la mentira era espontánea y personal, aunque también fuese reprobable.
Lo malo es cuando no se considera que se trate de legítimos competidores, sino de enemigos… Sin más preámbulos se coge un montón de alocadas mentiras y se van colocando aquí y allá, donde puedan hacer más efecto mediático y aquí no ha pasado nada. «Fulano ha dicho, perdón, me he equivocado», pero la mentira está dicha y no hay quien apague el revuelo, porque el propio revuelo no escucha y se realimenta de más mentiras y más odio… Gesto típico del que pretende escalar puestos de poder a cualquier precio, aunque sea con el precio de la ignominia de convertir en verdad para el oído una mentira repetida hasta la saciedad…
Está claro que la máxima del trepador de poderes es que no le importa nada más que trepar… Que hay que mentir, se miente; que hay que engañar miserablemente, se engaña; que hay que cambiar de ‘chaqueta’, de traje o de calcetines, se cambia; que hay que cambiar de ideología, se cambia −¡cuidado, que te pasas al otro bando!−, es igual, se cambia…
Y aquí, mentir lleva mucho más estudio que ‘no decir la vedad’ sin más…
Elaborar −con artimañas, enredos y otras hierbas− tretas que logren dañar a otras gentes, engañándola deliberadamente con noticias maquilladas para la ocasión, es lo que se ha dado en llamar fakes news.
Sin duda, entre los trepadores de poder, la mentira es elaborada e institucionalizada, con el falso sentimiento de ‘esto no hay quien lo repruebe’.
Hasta para soslayar la palabra mentira podrida, se habla de falacia. Y, de la manera más descarada, se lanzan falacias, fakes news −o como os dé la gana llamar a las argucias malsanas de ciertos poderes− para desorientar a la gente de bien, que necesita no vivir sobre las arenas movedizas de las mentiras furtivas…