
Sí, ahora hablemos de la poesía.
Calíope fue la primeras de las musa que narra la mitología griega. Significa ‘La de la bella voz’, y es la voz de todos los poetas…
<~ HABLEMOS DE LA POESÍA
Si el ser humano tuviese más conciencia de lo que realmente le conviene, con seguridad pensaría mas en filosofía y menos en economía. Porque el hombre es un ‘animal social’, pero no solo para hacinarse en ciertos lugares, llegar a ser lo más rico posible y prescindir los unos de los otros…
La poesía es una manera de ver y vivir la vida, la vida propia y la de los otros… La poesía no es ese estado alucinado de éxtasis embobado que algunos creen. La poesía es capaz de actuar como decapante vital, permitiendo aflorar los más nobles sentimientos de la persona. Puede hurgar en las entrañas de los hombres, para construir frases de agresión extrema. Frases capaces de mover los corazones anquilosados a fuerza de no pensar en sí mismos ni en los demás…
No creáis que hablo de algo extraordinario. Mirad lo que se dice sobre un escrito:
«UN LIBRO ABIERTO ES UN CEREBRO QUE HABLA;
CERRADO, UN AMIGO QUE ESPERA;
OLVIDADO, UN ALMA QUE PERDONA;
DESTRUIDO, UN CORAZÓN QUE LLORA».
(Proverbio hindú)
Pues esto, precisamente esto…, no es más que poesía vital.
Aunque hice alguna incursión en la técnica poética, en otros tiempos mis ‘gritos del alma’ no casaban con la métrica ni con la rima. El ritmo de mi corazón lo marcaba la propia vida, la cual tenía que afrontar por encima de mis necesidades espirituales más íntimas…
Parece un contrasentido, pero esos gritos son los que me permitieron hacer poesía (sin tener conciencia de ello) y sobrevivir a la estúpida situación de transitar a contrapelo de mí mismo…
Os digo esto porque, en ocasiones, los testimonios de los otros entroncan con nuestros perplejos sentimientos. Tomad lo que os digo como un testimonio que habla de lo primero que hay que evitar para vivir realmente. Me refiero a no apartarse de aquello que se haya descubierto que son nuestros más íntimos deseos…
Para adornar este artículo, creo que lo pertinente es presentar dos muestras de lo que digo. Una se sitúa en la época de aquellos gritos del alma; la otra, algo más tarde. Vosotros juzgaréis los sentimientos que las provocaron.
LAS HORAS
Paso los años temiendo malgastar el tiempo
y los años van pasando y el tiempo transcurre
como si se perdiese, dejando el alma pendida,
sofocada por el peso de las incontables horas
que pasan y pasan sin quedarse en mí, siendo.
No pretendo condenarlas para siempre,
confinadas en lo estrecho de mi ser,
pues lamento la pueril torpeza de no saber
cómo esculpir en ellas tanto ardiente deseo
y plasmar mi forma en su carne sin cesar.
¿Y en esas horas, qué intento de legado
podría ofrecer a la perpetua humanidad
más que un concepto vital, pujante, elaborado,
escalón humano del que otros puedan valerse
para ascender, ver y… crear?
Volver a pensar, volver a indagar,
volver a rogar, volver a caminar,
volver a escribir, volver a dar, volver a vivir,
con el deseo de asomarse al interior del hombre
para continuar legando quién sabe qué ni cuándo…
¿POR QUÉ?
Si remonté elevados montes
como ave salvaje llevada por el viento
sintiendo el vigor del sol golpear mis alas
y la mansa brisa acariciar mi vientre,
¿por qué no me quedé ahí?
Si la lluvia mojó mis sienes,
el trueno selló mis oídos,
el rayo deslumbró mi mente
y un tornado arrastró mis pesares,
¿por qué no me quedé ahí?
Cuando el mar reflejaba mi vuelo en salino espejo
y los prados, mullidos de flores, acogían mi ser
entre los pájaros, la hierba y la paz del silencio,
¿por qué las nubes ocultaron la vida de mi sueño?
¡¿Por qué,… por qué tuve que despertar?!
Tomad estas manifestaciones como parte de lo que os dije que intentaría: ser sincero con vosotros…
Espejo fiel poético de tu anhelo de vivir!
Preciós
Me siento muy halagado, Laura.
No hay nada más hermoso que poder conectar con el pensar de otro.
Gracias