
PRESENTACIÓN DE ESTE BLOG
¿Qué es escribir para ti?
¿Qué crees que es lo más importante para cualquier escritor?
¿Pero qué es en realidad escribir?
Si buscas leer tal vez sea porque deseas el puro placer de la lectura, o distracción, o aprender quizá…
Quiero iniciar mi vuelo hacia vosotros, pero no tengo más que lo que pienso y escribo. Por este motivo, he creído que lo mejor es ir arrancándome trocitos de contenido y lanzarlos en vuestra busca, lectores…
En el transcurso de este Blog, no solo hablaré sobre narraciones y otras hierbas literarias, pues no podré evitar referirme a la Música y -¡no os espante!- a la Matemática. Pero todo esto ya irá viniendo… A fin de cuentas, se trata de ir cultivando con el deseo de compartir
NUESTROS GOCES EN LA VIDA
Y esto lo digo porque, en un difícil propósito de catalogar puntos que sean esenciales para el ser humano, me pregunté qué inquietaba, qué secuestraba la vigilia de mis propios sueños y solo logré convencerme de que lo que le caracteriza –al ser humano y no solo a él, sino al Cosmos por completo-, es algo que se le incrusta tanto en lo físico como en su esencia espiritual, esto es… el ritmo.
Sí…, el ritmo. El ritmo ya marcó la idea del frenético y descontrolado Bing-Bang del inicio, y lo marcó por el extraordinario estallido energético del que hablan los científicos y con el trasfondo de todas las teorías, más o menos religiosas, sobre la creación del Universo: en seis días -¿seis días?- , en seis días se hizo todo y en un séptimo día el imaginativo Creador descansó para la eternidad… Descansó, lo que no significa que no se preocupase de lo que se tenía y tiene que preocuparse… Pero eso es harina de otro costal…
Pues sí, el ritmo… El ritmo pauta cuanto percibe el ser humano: el ritmado titilar de las estrellas marcando el de los ensueños; los parpadeos de unos ojos dando ritmos al arcano de su belleza. El Universo completo es ritmo: órbitas intergalácticas, viento golpeando montañas, locomotoras, tic-tacs, bang…, bang, ¡ay!…,¡ay!…
El ritmo marca mis horas, descontroladas, lentas, acompasadas…
¿Y la Música? La música también es ritmo, ritmo en sus cadencias y sus silencios…, hermosas cadencias de silencios que embargan el alma completa. La música tiene esa forma de expresarse, esa manera de hablar…
Por supuesto, lo que no dice la música, lo dice la Poesía, con el ritmo de sus palabras, con las inflexiones de sus fonemas y los mismos silencios con que nos habla la música… La música de la poesía, la poesía de la música… Cuando la música interpretó, con su forma de ritmo, a la poesía, esta cambió para siempre…
Tal vez, ese creador ancestral y eterno, que descansa atento, inspirara un ritmo a su obra para que nos recordase todo tipo de ciclos -ascenso y descenso, vida y muerte, amor y olvido…- precisamente para que no olvidemos lo esencial y efímero del ciclo de nuestras acciones y de nuestras vidas… Tal vez.
Celebro la constante presencia de la música y el natural reto de la poesía, que nos acompañan sosteniendo nuestros ciclos de esperanza, pero también celebro –y mucho- la asistencia de la matemática que hemos ido asacando de la naturaleza y de nuestro intelecto, pues nos viene a constatar, mediante su conciso y preciso idioma, la inmensa belleza contenida en cuantos ritmos se nos ponen por delante a lo largo de nuestras existencias…
NO ES EXTRAÑO QUE PIENSE ESTAS COSAS:
Vivimos perseguidos por el para qué de nuestras acciones. En todo lo que realizamos debemos saber cuáles han sido nuestros propósitos. Así, a nadie le parece que perdemos el tiempo, incluyéndonos a nosotros mismos.
A cada resultado debe acompañarle la etiqueta del motivo –a cada reacción su acción– para poder conocer el rendimiento que acompaña a cuanto hacemos… Y, si no logramos encontrarlo, podemos sumirnos en el más profundo de los desconciertos.
Personalmente, esto lo encuentro demasiado sencillo, pues lo siento muy simplón. Se me antoja como newtoniano, cuando estamos en plena era cuántica…
Por otra parte, si nuestras acciones no tuviesen un profundo para qué, la blandenguería de los resultados hablaría de nosotros a gritos… La excepción estaría que nos pasase como con la flauta de Bartolo, asunto del que no conviene fiarse en absoluto.
A pesar de todo, el hecho de ampliar el concepto mecanicista de la máquina del mundo –con el tremendo agobio que llevaba bajo el brazo– a la energética concepción de la Física Quántica –en la que hasta el razonamiento es energía–, nos permite percibir de manera clara que este Universo va dejando de parecerse a una máquina para acercarse cada vez más a un pensamiento.
Y mirando de frente el motivo de este Blog, topo con la idea de que la vida es un cuento que habla bien claro sobre nuestra propia vida. Un cuento oculto en la penumbra de cualquier rincón.
Que nadie se lleve a engaño: «cuando deis con ese rincón y percibáis ese cuento, la sombra que originará sobre él la luz del sol de vuestras ideas, resaltará más su belleza sin duda … Os deseo que permanezcáis alerta para ser capaces de hallarlo lo antes que sea posible…
No quiero terminar este inicio sin referirme a una narración que también acierta con el lema “Leer es distraído y enriquece”, y que puede desbaratar definitivamente aquello del ‘alucinado poeta’ del que os hablaré en el próximo artículo.
La narración se refiere a ‘UNA MOSCA FINANCIERA’, y os la plantaré en la pantalla si os vais descargando los regalos que os anuncio en la página de LIBROS.
Aspiro a entretenerte aunque sea por unos momentos.
Deseo que pienses libremente o, incluso, te inspires.
Si he acertado en algún sentido, dímelo, porque me enriquecerás como persona.
Ahora, acabo haciendo caso de la frase de Baltasar Gracián cuando decía que:
« Lo bueno, si breve, dos veces bueno ».
Y yo me atrevo a decir que:
‘Lo malo, si breve, ofende menos rato’.
Claro que:
‘Bueno o malo, si sincero, merece la libertad de poder expresarse’.
Sed felices.